1. Toma el control de la situación. Coge un papel y haz una lista de todos los problemas.
2. Ordénalos por orden de prioridad, del que más te inquieta al que menos.
3. Cuestiona el problema,busca soluciones.
¿El problema tiene solución? , ¿La solución depende de ti?, es decir, ¿puedes hacer algo para solucionarlo?.
4. Selecciona todos aquellos en los que puedes intermediar y describe minuciosamente como los puedes solucionar.
5. Comienza por el que más te inquieta. Sigue los pasos que has descrito.
6. No centres tu tiempo y energía en intentar solucionar los que, desde tu perspectiva, no puedes hacer nada para cambiarlos.
7. Busca ayuda. Plantéale tus problemas a familiares y amigos en los que tienes confianza. Desahogarse es muy importante, así como sentirse comprendido y apoyado. Además diversas opiniones te aportarán nuevos matices e ideas.
8. Si el día a día se ha visto afectado por los problemas e influyen en tu estado de ánimo es hora de cambiar de actitud y no permitir que tu vida gire en torno a ellos. Organízate: marca las pautas a seguir y el tiempo que invertirás en ellos. El resto del día interacciona con el mundo, trabaja, lee, sal a pasear, busca algún hobby… No te aísles.
9. Se objetivo y busca metas alcanzables, expectativas reales. Ves paso a paso e intenta no apresurarte.
10. Si te bloqueas y no sabes como avanzar. Replantéate el problema: busca alternativas, nuevas soluciones.
Fuente : reeditor.com