martes, 4 de junio de 2013

Experimentos caseros y fáciles





De vez en cuando, a todos nos gusta sentirnos como un científico loco experimentando en casa. Sea cual sea tu edad y sea cual sea tu pretexto, los mensajes reclamando que publiquemos másexperimentos caseros y fáciles de hacer nunca dejan de llegar. Así que ya sea porque son divertidos, porque te ayudan a entretener a los más pequeños del hogar con apenas unas pocas cosas (que seguramente tienes en el garaje) o porque de hecho, tu eres el más pequeño del hogar, he aquí estos simples y clásicos experimentos para hacer en casa.

Experimento del hielo transparente como el cristal

Materiales:
1 olla
Agua
Una bandeja o cubeta para hielo
Supervisión de un adulto
Cómo hacer:
Experimentos-caseros-y-faciles-1.jpgMuy pero muy simple, pero se necesita de la supervisión de un adulto ya que habrá que manipular fuego. Lo primero será filtrar agua, para ello, debes llenar una olla con agua y ponerla al fuego hasta que hierva. Una vez hierva, se retira la olla del fuego y se deja enfriar para repetir el mismo proceso, una vez más como mínimo. Luego de que el agua hirvió y volvió a enfriarse, al menos 2 veces, se coloca el agua en una bandeja o en cubetas para hielo y se guarda en la nevera para que se congele. Esperar unos minutos y cuando se haya hecho hielo, quitar de la nevera y ver qué sucede con el hielo.
Qué sucede:

Cuando la experiencia ha terminado, podrá notarse que el hielo no tiene marcas ni burbujas de ningún tipo, por el contrario, el hielo está transparente y claro como un cristal. ¿Por qué sucedió esto? Pues porque al hervir el agua tantas veces se consigue extraer todo rastro de aire contenido en agua y se disuelven sus minerales. El hielo resultante quedará transparente como si se tratara de cristal y hasta pueden consumirse con líquidos sin ningún problema, incluso, estos hielos pueden ser una delicia para un cóctel si se inserta una hoja de menta o de alguna flor antes de convertirse en hielo.
Cómo hacer una brújula casera
Materiales:
1 imán
1 recipiente con agua (de unos 20 cm. de diámetro mínimo)
1 aguja
1 objeto pequeño que flote (p. ej.: un trozo de corcho o de papel)
Cómo hacer:
Experimentos-caseros-y-faciles-2.jpgLo primero será darle magnetismo a la aguja y para ello se necesita frotarla contra el imán en repetidas ocasiones y siempre en la misma dirección, con los polos invertidos. Así, frotar entonces la aguja contra el imán desde un extremo al otro aproximádamente durante un minuto sin parar. Una vez listo, rápidamente (para que la aguja no pierda el magnetismo atribuido) insertar la aguja en el objeto flotante. Suponiendo que se trata de un trozo pequeño de corcho, perforar éste con la aguja de lado a lado. Finalmente colocar el objeto con la aguja dentro del recipiente con agua y observar qué sucede.
Qué sucede:
Lo que sucederá es que, lentamente, el imán nos indicará el norte, tal como si se tratara de una brújula. De hecho, puedes corroborarlo con una brújula profesional, verás que ambas apuntan hacia la misma dirección. Si quieres intentar algo más, puedes mover despacio el imán alrededor del recipiente y observar cómo modifica la dirección hacia la que la aguja apunta. Todo esto se explica de acuerdo a la manera en la que se magnetizó la aguja. Al darle magnetismo a los polos del imán, en los extremos opuestos de la aguja, se dejan residuos de material magnético. Este material le da una carga a la aguja y al no haber fricción (ya ésta flota en el agua), las fuerzas naturales del campo de la Tierra tiran desde los polos del lado opuesto de la aguja.
Experimento del huevo que flota
Materiales:
3 vasos de gran tamaño
3 huevos de gallina
1 cuchara
Sal
Agua
Cómo hacer:
Experimentos-caseros-y-faciles-3.jpgEl experimento del huevo que flota es un verdadero clásico, es muy fácily además ya lo hemos visto en oportunidades anteriores, pero por si acaso, aquí vamos. Comenzamos por verter unas ¾ partes de agua en cada vaso. Luego, hay que disponer los tres vasos con agua sobre una superficie plana y hacer lo siguiente: en el primero añadir 4 cucharadas grandes de sal y revolver con la cuchara; en el segundo lo mismo y una vez listo, quitar la mitad del agua salada para completar con agua natural; el tercer vaso quedará intacto, no se debe añadir sal. Finalmente, en cada vaso, añadir 1 huevo y observar qué sucede.
Qué sucede:

La explicación es bien básica, al añadir sal al agua conseguimos un líquido con mayor densidad y al ser más denso que el agua pura, esto provoca que el empuje que sufre el huevo sea mayor al de su peso. En consecuencia, el huevo flota. Esto ocurre porque sobre el huevo actúan dos fuerzas, por un lado su peso (la fuerza de gravedad empujándolo hacia abajo) y por otro, el empuje del agua (resistencia del agua llevándolo hacia arriba). Si el peso es mayor que el empuje del agua, el huevo se hunde. En caso contrario flota y si ambas son iguales (o aproximadamente iguales), el huevo no hace más que quedar justo a la mitad.

Lista de entradas