miércoles, 16 de enero de 2013

Coeficiente de optimismo


No espere resultados espectaculares de un grupo formado exclusivamente por pesimistas. Pero tampoco de un equipo de personas que ven la vida de color de rosa. Probablemente un equipo de alto rendimiento está más cerca del optimismo que del pesimismo, de hecho las investigaciones muestran que los optimistas actúan mejor que los pesimistas y consiguen mayores índices de éxito. Sin embargo sería interesante conocer cuál es la clase de optimismo y la cantidad que hace posible que personas y equipos logren sus metas.
Dennis Perkins menciona el coeficiente de optimismo como la proporción entre los optimistas y los pesimistas de un grupo. Puede intuirla desde el momento en que está seleccionando personas para construir su equipo y su contribución a los resultados puede ser superior a la de el conocimiento técnico o académico de sus miembros. Después de todo, tanto el optimismo como el pesimismo son tremendamente contagiosos y actúan de forma resonante o disonante sobre el clima emocional del grupo.
Respecto a la calidad del optimismo no nos sirve un optimismo cualquiera. Absténgase de rodearse de aquellos optimistas compulsivos que perciben el mundo como si fuera un cuento de hadas. El optimismo capacitante es el de aquellas personas que están conectadas con la realidad, las que dentro de la adversidad saben percibir las oportunidades ocultas que ésta lleva consigo y son capaces de reformular situaciones difíciles en oportunidades y soluciones.
El optimismo no es algo que adquirimos exclusivamente cuando se forma nuestra personalidad. Es una actitud aprendida. Se adquiere y se cultiva a lo largo de toda la vida, en una carrera de fondo en la que trabajamos con nuestro diálogo interior. Pero no todo consiste en cultivarlo, también necesita transmitirlo a las personas que colaboran con usted.
En tiempos difíciles se necesitan personas capaces de ser optimistas. Necesitamos líderes que se fijen desafíos que otros consideran imposibles. Buscamos personas que crean que se pueden hacer cosas donde los demás no creen, y que sean capaces de convencer a los demás de ello.
Pero recuerde que no vale con cualquier clase optimismo. El optimismo que le puede abrir muchas puertas, el que le ayuda a alcanzar escenarios que son imposibles desde el pesimismo es sólo aquél que está aferrado a la realidad. Procure no desconectarse nunca de ella.
Fuente : es.globedia.com

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