Cuando las personas y más específicamente las empresas deciden comenzar a tener presencia en las redes sociales surgen varios interrogantes como: Quién será el encargado de direccionar las actividades a desarrollar, quienes estarán al frente de la elaboración de contenidos, cual será la persona responsable por gestionar una eventual crisis de reputación o en el caso más elemental quien aprueba o no aprueba la emisión de una publicación.
Todas corresponden a inquietudes que nadie tiene en mente y normalmente no son objeto de escrutinio y análisis previo antes de comenzar a gestionar perfiles en redes sociales. La solución es muy clara, hay que delegar porque NO tenemos el tiempo ni el conocimiento para convertirnos en Social Media Managers o Community Managers de la noche a la mañana.
Pero aún el panorama no es muy claro y cómo podemos comenzar a establecer un contrato de algo que no conocemos y con alguien que no conoce nuestra empresa? Los siguientes puntos resumen de manera puntual el camino que pueden adoptar algunas organizaciones, desde luego no es la solución a todos los interrogantes pero si orienta sobre la manera como podemos abordar esta necesidad de tercerizar este tipo de servicios:
Analice su nivel de confidencialidad. Comprenda que al contratar servicios como la gestión de redes sociales, usted tendrá que vincular de manera transparente al tercero en varios de los aspectos de su organización. Así que si su empresa guarda celosamente información TOP SECRET es valido pensar si esta actividad debe ser desarrollada a través de personal que labore directamente con la compañía y que sea de su entera confianza. No obstante la posibilidad de establecer un marco claro y precavido estará en manos de su Asesor Jurídico. Aquí un contrato bien elaborado que incorpore clausulas muy claras acerca de la confidencialidad es suficiente, no es motivo para temer.
Configure y Constituya un Equipo. No crea que al contratar a un tercero se ha librado de todo. Es primordial que las organizaciones cuenten con un equipo que controla la adecuada gestión. Para esto nada más recomendable que vincular a las diferentes áreas, inclusive a la Dirección ya que las decisiones que se tomen deben contar con un amplio respaldo. No pretenda trabajar de forma aislada porque sin duda terminará siendo objeto de todo tipo de acusaciones cuando los resultados no sean satisfactorios. Recuerde que el trabajo en las redes sociales no es diferente a la actividad de cualquier área de su compañía.
Defina el alcance y los mecanismos de evaluación y seguimiento. Esta actividad suele plantearse de manea flexible y no queremos agregar más trabajo para las personas, es por esto que olvidamos establecer de forma clara: Qué? Cómo y Cuando el tercero entregará resultados. Aquí la definición de indicadores debe corresponder a los objetivos mismos que ud o su compañía desea alcanzar (Ver Qué debemos medir en Marketing Online) no se trata de medir por medir. Tampoco de plantear metas imposibles de cumplir.
Diseñe un prototipo del pliego de requisitos. Si ya ha definido en compañía de su equipo los objetivos, es decir saben lo que quieren conseguir, en cuanto tiempo y de que manera van a evaluar la gestión (alertas, logros, etc). Ahora si puede(n) contactar a algunas Agencias Digitales o Asesores en Marketing Online quienes estarán dispuestos a dar explicación a sus inquietudes. Esta etapa no es una camisa de fuerza, se trata más de plantear “Lo que queremos”, ”Lo que se puede hacer” y “Lo que estamos dispuestos a pagar”. En ocasiones el desconocimiento hace que las personas sueñen con una plataforma de realidad virtual cuando apenas el presupuesto da para crear una cuenta de Twitter.
Elija el mejor esquema. Este momento determina muchas situaciones como el descubrir que aún no estamos listos para el mundo de las redes sociales. La Dirección puede emitir un fallo radical del tipo: “Cuantas ventas me va a generar todo esta inversión y cuanto incrementaremos nuestros presupuestos?” Cuando esto ocurre, todos los líderes y mandos medios quieren esconderse porque no desean ver un nivel mayor de exigencia. Así que es necesario ser realista, dar a conocer el verdadero potencial de nuestra actividad en internet y relacionar los objetivos con las actividades convencionales del área comercial o de servicio al cliente. Es fundamental comprender que no actuamos como una isla.
Por último NO CREA en propuestas mágicas. La actividad en las redes sociales exige verdaderos profesionales, no “Gurús” que prometen esta vida y la otra. Tráfico ilimitado, miles de clics, posicionamiento en motores de búsqueda en corto tiempo, miles o millones de followers en Twitter o fans en Facebook son algunas de las promesas que se observan a diario. Comprender que al igual que otras actividades esta tarea es todo un proyecto que requiere compromiso, planeación, control y seguimiento, acompañamiento, evaluación y retroalimentación para mejorar, claro está si queremos hacerlo BIEN!
Fuente : masclientes.com