Comentaba ayer con un amigo que trabaja para una multinacional aquí en Barcelona lo tiranos que son sus jefes, ya que no recuerda cuál fue la última vez que salió puntual del trabajo. Esa tiranía es debida a que según él, siempre que se han de hacer horas extra o trabajar un rato de más en la empresa, tanto él como sus compañeros quieren salir puntuales y se les echa en cara lo egoístas que son y lo poco que miran por la empresa.
Según mi amigo su tiempo vale dinero y la empresa le pide constantemente que le “preste dinero” con su tiempo a cambio de nada, ya que la empresa no le compensa de ninguna forma ese tiempo invertido de más.
Es curioso porque el trabajador freelance tampoco se libra de esos supuestos favores que ha de hacer sin poder pedir nada a cambio. Sin ir más lejos, ayer mismo recibí una contacto por correo a través de mi web, de una empresa que me pedía que le revisase su página web para que le dijese cómo la podía mejorar. Eché un vistazo a su página, le contesté y añadí un enlace a la página donde informo de mis honorarios por servicios de consultoría. A los 5 minutos recibí respuesta de la empresa pidiendo que se lo hiciese gratis a modo de favor ¿¿??
Pongamos por ejemplo que tenemos unos zapatos cuya suela se está despegando. Vamos al zapatero y le decimos que le eche un vistazo a los zapatos. El zapatero mira los zapatos y dice “te costará 20 euros arreglarlos”, por lo que se te plantean 2 opciones: primera, arreglar los zapatos y pagar 20 euros, o segunda, no pagar y no arreglar los zapatos. ¿A alguien se le ocurriría pedirle al zapatero que le arregle los zapatos gratis? Supongo que sí, pero dudo mucho que le proponga ese trato al zapatero.
Sin embargo en internet es más fácil proponer que te arreglen los zapatos y no pagar.
De la misma forma que el trabajador se siente despagado cada vez que tiene que hacer unas horas para la empresa que no son remuneradas, los freelance también sienten que su tiempo vale dinero y que han de cobrarlo. Por desgracia, en muchas ocasiones este valor del tiempo y de los servicios o productos no es percibido de la misma forma por el que los solicita y por el que los ofrece.
Llegados a este punto me gustaría lanzar una pregunta al aire: ¿quién es el egoísta? ¿el que no concede su tiempo si no se le paga? o ¿el que le pide a otro su tiempo sin intención de pagárselo? Me gustaría saber tu respuesta.
Fuente : victormartinp.com