lunes, 14 de enero de 2013

¿Porqué y cuando los jefes fallan?


Ser emprendedor involucra aprender a liderar, aprender a ser jefe.  Leyendo varios artículos sobre el porqué  los jefes fallan, en primer lugar aparece la barrera de prejuicios, que indica que los problemas de las relaciones laborales son debido a ellos.Esto es así aparentemente porque las estructuras laborales tradicionales siempre han dividido en “líderes” y “seguidores” separando en dos niveles: las ordenes de organización del trabajo y las tomas de decisiones.  En esta cultura organizativa, los jefes parecen encarnar  la filosofía de “no estoy para caerles bien, estoy para que las cosas se hagan”. La asertividad es un arma sublime, si no la usas o si eres altamente asertivo, las cosas no pasan o los resultados son malos, así que si eres asertivo y nadie lo nota, lo estás haciendo bien como jefe.

Algunos de los motivos por lo que los jefes fallan o son odiados es porque  están sujetos a jerarquías muy estrictas que los ponen hasta arriba de la cadena de mando y se les atribuye tener todas las respuestas a todo y que los seguidores deben acatar lo que se haya decidido, lo cual no es necesariamente cierto porque se ha demostrado que la experiencia y el conocimiento se encuentra en toda la organización, pero en la realidad  la experiencia y el conocimiento del grupo se ignora o se hace menos, por eso se odia a los jefes.
Otro motivo son las pobres decisiones que toman y no son mejores que la de los seguidores o subalternos, esto es consecuencia del motivo anterior: Estructuras o jerarquías rígidas. Una posible solución es repartir entre el equipo la responsabilidad de las decisiones que se toman, los resultados en general son muy buenos, pero esto es difícil de hacer por otro obstáculo: las diferencias en los sueldos. Normalmente los miembros de los equipos son menos pro activos o cooperativos con los jefes porque es difícil ser empático con alguien que gana varias veces tu sueldo y esto es naturaleza humana. Si consideras las diferenciales de sueldos, es fácil explicar porqué los jefes tienden a tomar solos las decisiones y a ignorar la sabiduría y experiencia colectiva.

Debido al punto anterior con referencia al dinero, los subordinados esperan muchas cosas de sus jefes, que sean casi super humanos, que de acuerdo a la literatura de negocios y motivacionales,  se espera que sean competentes, integradores, íntegros, persistentes, humildad, etc. pero al fin y al cabo son humanos (o eso parecen) y cuando fallan, fallan con todos, porque los motivos de fallo algunas veces incluyen fallar para agradar a sus jefes, si, los jefes tiene jefes y son los que promueven a los subordinados a estas nuevas responsabilidades y alturas económicas, no lo hacen los subordinados como en los People Chioce Awards y que es la receta secreta para el desagrado de los subordinados, lo que nos lleva a la psicología del subordinado que es más importante que la del liderazgo: si somos competentes, si sabemos qué hace falta para ser jefes ¿porqué terminamos siendo subordinados? ¿que habilidades debemos desarrollar para ser jefes?, hay más preguntas que nos llevan a la alienación que mata a la creatividad, productividad y satisfacción en el trabajo, ¿cuantas veces nos hemos preguntado que hacemos en ese puesto? ¿porqué aguantamos todo esto?
La forma de cambiar un poco estas ideas son menos aunque pueden ser igual de complicadas pero más reales que las propuestas en algunos textos de liderazgoy auto ayuda, si podemos superar la parte de ser humanos:
  • Decididos: Los buenos líderes toman decisiones y se mantienen con ellas, cuando tienen dudas, consultan y toman responsabilidades por los resultados.
  • Competentes: Son capaces de proveer recursos para que los proyectos se cumplan o se realicen, igual que los cazadores prehistóricos, son los mejores cazadores y en tiempos postmodernos, son los influenciadores del grupo.
  • Íntegros: alguien en quién los subalternos puedan confiar por sus acciones, aunque alguna vez falle, la confianza minimiza estos errores humanos.
  • Visión: Esto es básico, poder proyectar un objetivo y el posible camino da a los demás certezas, motivación, propósitos y objetivos comunes.
  • Modestos: esto es lo más raro y complicado de conseguir en un líder, porque una vez que tenemos más influencia o autoridad (no ganada con otras cosas como el esfuerzo) terminan por cambiar el comportamiento de la gente. Si logras mantener la humildad, tienes entonces un buen camino asegurado para no fracasar.
  • Persistencia:Cuando un líder logra transformar un grupo, normalmente continúa con ese trabajo de manera permanente, no es que sean inflexibles, egocéntricos o que sean absolutistas, simplemente mantienen la motivación para continuar persiguiendo objetivos.
 Ser un líder es distinto a ser un jefe, ya te he presentado las dos caras de la moneda y el porqué los jefes estpan destinados a fracasar en las organizaciones, y fracaso también incluye a que les hagan la vida difícil en el trabajo. No es una decisión muy complicada.

Fuente :  pulsosocial.com

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