jueves, 7 de marzo de 2013

La nueva factura de la luz que viene, a partir de abril


El procedimiento para realizar la lectura y facturación del suministro de energía eléctrica en los hogares ha venido causando ciertos dolores de cabeza a los usuarios en los últimos años. Desde la implantación del sistema que permitía a las compañías eléctricas facturar mensualmente y realizar lecturas estimadas del contador, muchos usuarios han mostrado su descontento con este procedimiento por la dificultad que conlleva para controlar el consumo energético del hogar.


Los altibajos del sistema de facturación basado en medidas estimadas tienen sus días contados, dado que a partir de 1 de abril de 2013 entrará en vigor el Real Decreto 1718/2012 y las compañías eléctricas deberán aplicar un nuevo procedimiento para realizar la lectura y facturación del suministro de energía en los hogares. En la entrada de hoy, vamos a ver las consecuencias más importantes y su impacto en la factura eléctrica en el hogar.

¿Cómo afectará el nuevo procedimiento a mi factura eléctrica?


A partir del 1 de abril de 2013, cuando entre en vigor el Real Decreto 1718/2012 (B.O.E., pdf), las compañías eléctricas tendrán que adaptar sus procedimientos de facturación de la energía eléctrica consumida, de tal manera que se ajusten a lo dispuesto en la medida aprobada por el Gobierno de España el pasado 28 de diciembre de 2012. Para comprender cómo afectará a la factura eléctrica de un hogar, es bueno tener en cuenta antes de nada que los procedimientos de facturación de la energía se dividen en dos partes:
Lectura del contador.
Emisión de la factura por consumo.



En la primera fase del proceso, de lectura del contador, se produce un importante cambio ya que las compañías eléctricas deben leer el contador en cada período de facturación. Esto significa que las compañías no podrán usar el sistema de estimación de la lectura y que, en caso de no poder accederfísicamente al aparato de un usuario, deberán comunicárselo para que sea éste quien les envíe el dato a través de Internet o por teléfono.


Se evitan de esta manera los sobresaltos con algunas facturas y los ajustes en períodos posteriores, que tanto dificultan el control sobre el consumo de energía en el hogar. Al realizar lecturas estimadas, es muy complicado que un usuario controle lo que realmente está consumiendo, salvo que se acerque él mismo a leer el contador y haga las cuentas por su parte.


En la segunda fase del proceso, de emisión de la factura por el consumo eléctrico realizado, el mayor impacto que tendrá el nuevo sistema será sobre todo en la exactitud de lo facturado. Al estar basada la confección de la factura en un dato real de consumo, la empresa debe leer el contador o preguntarle al usuario, el importe facturado será el efectivamente consumido, por lo que se dejarán de producir sobresaltos por estimaciones de lectura que no se ajustan a la realidad.


Los procesos de lectura y emisión de la factura tendrán una periodicidad bimestral, lo que significa que se pagarán facturas en función de la energía efectivamente consumida cada 60 días, en lugar de los períodos mensuales actuales.
Conclusiones


Todo aquello que facilite el control de la energía eléctrica consumida y fomente el ahorro es bienvenido en casa de cualquier consumidor. Si ya es complicado en condiciones normales determinar en qué puntos del hogar se consumen más kilowatios-hora, es cierto que un sistema que se base en lecturas estimadas, al variar el consumo en función de la época del año (calefacción, horas de luz, duchas, etc.) no ayuda a controlar el gasto energético individual.


En términos de ahorro energético, cada hogar es importante y cada persona cuenta para lograr un nivel de consumo que permita que el sistema sea sostenible en el tiempo. Con educación en la materia y recibiendo una factura que permita saber cuanto se consume realmente cada mes, se da un paso adelante para lograr el objetivo de tener la factura eléctrica bajo control.

Fuente : ennaranja.com

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